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Dragón de Cracovia

El Dragón de Cracovia (Smok Wawelski) se encuentra muy cerca de la entrada al Castillo de Wawel, junto a una de las orillas del río Wisla.

Dragón de CracoviaEl Dragón de Cracovia (Smok Wawelski) se encuentra muy cerca de la entrada al Castillo de Wawel, junto a una de las orillas del río Vístula. La cueva donde supuestamente vivía la bestia se nombró la Cueva del Dragón. Todavía existe hoy en día, es un lugar turístico en Cracovia. Se colocó una estatua del dragón en 1970 a las afueras de la cueva. Lanza fuego por la boca cada 5 minutos.

Este dragón y su cueva obedecen a una vieja leyenda. Según ésta, después de un largo periodo de prosperidad, la desgracia llegó al país del príncipe Krak (origen del nombre de la ciudad de Cracovia). Los pastores comenzaron a perder algunos de sus animales. Luego desaparecieron también los residentes sin razón aparente. Todo esto fue inexplicable hasta el día en que un joven recogió hierbas del río Vístula y se acercó a los pies de la colina de Wawel. Allí, vio unos huesos en el río y un poco más lejos, en la roca de la colina, vio una cueva.  Al lado había un enorme y terrorífico dragón descansando tranquilamente. Su cuerpo estaba cubierto de escamas de color amarillo verdoso y brillante con enormes patas como troncos.

Krak y el dragón de Cracovia

La noticia se extendió entre los habitantes. Entonces el niño fue al castillo para contar su aventura al príncipe Krak. A continuación, reunió a sus valientes caballeros y consejeros para discutir el problema y encontrar una solución. Todos los intentos de matar al monstruo fueron en vano, muchos no regresarían. Cuando toda esperanza se perdió, el príncipe Krak prometió: «El que libere al pueblo del dragón, caballero o no, tendrá la mano de la princesa y la mitad del reino». Pronto, varios príncipes y caballeros llegaron al castillo de Krak. Pero nadie pudo vencer a la bestia. Entonces el príncipe decidió enfrentarse al monstruo, pero los preparativos del combate se interrumpieron por un pobre zapatero llamado Skuba. Él dijo que había encontrado una manera de resolver lo del dragón.

El joven príncipe pidió una oveja y grasa. Mató al animal y lo abrió para llenarlo con una mezcla de azufre y alquitrán. Por la noche, durante el sueño del dragón, dejó la falsa piel de oveja en la entrada de la cueva. Por la mañana, una violenta explosión despertó a todos los habitantes de la aldea. Después de haber ingerido el carnero, el monstruo tenía una sed terrible, por lo que fue hasta el río y bebió tanta agua que su estómago explotó y los pedazos de su cuerpo cubrieron todo el área. Y así el reino de Krak se liberó del peligro. El aprendiz de zapatero, por supuesto, se casó con la hermosa princesa Wanda.

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